jueves, 4 de octubre de 2007

Dudas eternas de la Lengua Española



Ciertas cosas hemos aprendido en nuestra época de primario, secundario y terciario. Puede que hayamos aprendido un porcentaje altísimo de los términos y expresiones que se pueden usar. Pero (como siempre hay un pero para todo) las palabras más sencillas, las de uso frecuente -hasta diría diario- nos ofrecen la opción de ahogarnos en un vaso de agua (¡vacio!).



Verbos conjugados, como haya, yendo, hubiera o habría, elija - eligió - elegir, quepa -cupo- cupiese- cabría, entre otras.

Es lógico que confundamos letras porque la producción de los fonemas sea el mismo, dado el ejemplo del dígrafo "ll" y la letra "y", por lo menos según la pronunciación en la capital argentina. Hay contraste ortográficamente entre las palabras haya (del verbo haber) y halla (del verbo hallar) porque en ciertos lugares son homofonas (palabras que suenan igual pero significan cosas diferentes).


Si hablamos de concordancia verbal, sabemos que se trata de que concuerden en tiempos un verbo utilizado en una parte de la oración, con otro que le seguirá más adelante.


Es el caso, por ejemplo, de Hubiera - Habría. Tan confuso y tan simple. Lo correcto es que como causa utilizamos el subjuntivo (El subjuntivo es el modo de la irrealidad o de la realidad vista a través de las emociones o los juicios de valor de una persona) y como consecuencia el indicativo. Para confundirnos más, en español el pretérito imperfecto del subjuntivo acepta -se y -ra como desinencia verbal (comprara-comprase/ pensaran-pensasen/ sacáramos- sacásemos/ llevarais - llevaseis).

Veamos el caso de dos pasados en los distintos modos (subjuntivo e Indicativo) :

- Si hubiera salido, habría visto las nubes.
- Aunque hubiese salido, no habría visto las nubes.
- Si saliese, vería las nubes

Mucha gente de habla hispana en Argentina, repite el futuro del presente (que es un pasado) en ambas partes de la oración subordinada:


* Si saldría, vería las nubes
* Si cambiaría esa opción, modificaría todo.


Colocamos un asterisco para designar construcciones agramaticales.


Cuando uno elige, lo hace siempre con G. En el caso de que uno elija, lo hará con J. Lo importante es que elijamos la letra correcta para continuar con el sonido original. Como es imposible la opción *eliga (aunque a veces nos quedemos pensando por qué no se escribe con G, ya que es la conjugación en el presente del subjuntivo del verbo elegir que es con G), debemos mantener el fonema para que no se desvirtúe la palabra. La J suplantará el sonido de la G ya que éste no suena así precediendo a las letras A, U y O. Por ende: Elegir, elija, elijo.

Para peor, ni siquiera podemos ofrecer un verbo sinónimo como Escoger, ya que caeríamos en la misma red.



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